Cómo elegir tu vestido de novia

Elegir el vestido de novia ideal puede significar todo un desafío, por eso es importante que como novia sigas tu instinto en todo momento, que te sientas tu misma y a la vez te sientas cómoda llevandolo puesto. A continuación, compartimos algunas recomendaciones clave para garantizar que tu búsqueda y experiencia de compra sea mágica y exitosa a la vez. Total, esta es la etapa que despierta más entusiasmo entre las novias, probarse vestidos.

 

Al mismo tiempo que empiezas a buscar inspiración, es fundamental asignar presupuestos diferenciados, uno específico para la adquisición del vestido y otro destinado a los accesorios donde tendrás que incluir zapatos, joyas, tocados y ropa interior. Dedica tiempo a explorar plataformas como Pinterest, portales web especializados en bodas y a revisar revistas, donde podrás recopilar imágenes y hacer fotos de los vestidos que más te atraen. Pero sé realista acerca de qué imágenes guardas como favoritas, ten en cuenta lo siguiente:

Primero, tu estilo personal. Es fundamental que ese día no te sientas incómoda y por el contrario te mantengas fiel a tu estilo, luciendo como tú misma y a la vez que te veas increíble y espectácular. Recuerda un poco los vestidos que has usado ultimamente en algún evento elegante y con los que te has sentido increíble. Si te encuentras indecisa respecto a tu estilo personal, considera consultar a tus amigos y familiares más cercanos sobre los adjetivos que emplearían para caracterizar tu enfoque en la moda: elegante, distinguido, estilizado, o por el contrario, bohemio, relajado y no convencional.

Segundo, tu tipo de figura. Considera cuidadosamente los estilos que realzan tus atributos. Asimismo, evita elijar un vestido que te quede muy ceñido o incluso de una talla menos pensando en que vas a perder peso antes de la boda. Esto supondría ponerte una presión innecesaria y podrías terminar usando un vestido poco favorecedor. Teniendo todo esto en cuenta quizá te convenga más ir directamente con una diseñadora o modista que comprar directamente en alguna boutique.

 

Planificar los plazos con precisión es otro factor crucial. En el caso de que hayas decidido lucir un vestido de novia a medida, es aconsejable iniciar la búsqueda del diseñador o modista con un año de anticipación. Esta anticipación es crucial para asegurar que el diseñador de tu preferencia tenga disponibilidad. En contraposición, si optas por un modelo de boutique o de una colección en particular, se recomienda visitar las casas de moda con nueve meses de antelación. Esto permitirá el tiempo necesario para tomar medidas y realizar las ajustes necesarios evitando los contratiempos que generarían adquirir el vestido con un plazo más ajustado.

Considera el estilo de tu boda. Si te casas en el campo y no en un hotel lujoso, deberías empezar a probarte quizá vestidos con un estilo más rústico. Si fuese en la playa, quizá considerarías vestir algo un poco más bohemio e ir descalza. Asegúrate de pensar también en la temporada, si será primavera u otoño, o si será de día o de noche.

Elige cuidadosamente a tus acompañantes. Deja que te acompañen personas en las que confíes plenamente y cuyas opiniones consideres de gran valor. Con frecuencia, las novias eligen la compañía de su madre o un familiar cercano, además de su dama de honor. Algunos diseñadores sugieren que la novia asista sola a la primera consulta. En caso de llevar compañía, es preferible que sea alguien que la conozca profundamente y sea respetuoso con sus preferencias. Cuantas más personas traigas, más opiniones contradictorias tendrás y  la experiencia puede resultar siendo estresante para ti.

 

Selecciona la ropa interior apropiada. Opta por invertir en prendas interiores sin costuras, en tono nude y asegúrate de llevarlas durante las sesiones de prueba para obtener una percepción precisa de cómo lucirán bajo tu vestido en el gran día. Ten en cuenta que, con vestidos más ajustados o confeccionados en satén, la ropa interior podría hacerse visible. La comodidad es primordial, por lo que te sugiero realizar diversas actividades durante las pruebas, como sentarte, caminar y bailar con tu vestido de prueba, para evaluar su adaptabilidad a distintos movimientos. Si algún movimiento genera incomodidad, no dudes en preguntar si se pueden realizar modificaciones. La caminata hacia el altar, el baile y las poses para las fotografos deben fluir de manera natural y relajada.

La importancia de una visión integral. Considera todos los aspectos en conjunto de tu atuendo nupcial, como el peinado, el maquillaje y los accesorios. Aunque pueda parecer que estos elementos no influyen de manera decisiva en la elección del vestido, en realidad sí lo hacen. Por ejemplo, si deseas llevar puestas zapatillas en lugar de tacones o si prefierres llevar el pelo suelto, entonces sería mejor evitar un diseño con escote en la espalda, ya que pasaría inadvertido. Y si tienes claro que deseas lucir un tocado muy llamativo, entonces deberás equilibrarlo con un vestido más sobrio. 

Para evitar tener luego inseguridades o dudas respecto a tu eleccion, es esencial recordar en todo momento qué te dice tu instinto. Según los gurús del mundo nupcial, cuando una novia se encuentra con “el vestido” , su corazón comienza a latir a un ritmo de pura emoción. ??

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